✅ 5 ventajas de tener un porta retrato hecho a mano

Anualmente hacemos cientos de fotografías con nuestros teléfonos o cámaras digitales. Sin embargo, cada vez es más común que las personas entiendan que lo digital es efímero y requiere de un respaldo físico. Eso explica el creciente auge de un porta retrato hecho a mano como objeto de decoración.

En esta época digital pareciera que tener un porta retrato es cosa del pasado. La digitalización de las fotografías pareciera haber dejado en desuso a estos objetos. Pero eso está dejando de ser así: la impresión de fotografías y la necesidad de tener marcos para ellas es una preferencia creciente.

La abundancia de imágenes digitales termina por ser contraproducente para las personas que quieren atesorar sus imágenes de forma imperecedera. Es así como los porta retratos hechos a mano se han ido convirtiendo en adornos cada vez más populares. 

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Revisemos de qué se trata.

Qué son y por qué las personas siguen comprando porta retratos hechos a mano

Se trata de un objeto que se utiliza para la exposición de una fotografía. Puede disponer de un pie en la parte trasera, que lo sostiene en forma vertical para utilizarlo así como un adorno en muebles, mesas, escritorios o estantes. Aunque también existen modelos que no poseen este pie, son los llamados porta retratos colgantes.

No obstante, la tendencia en los últimos años son los porta retratos hechos a mano. Porta retratos funcionales y de fino acabado cuya realización a mano no solo no va en desmedro de su calidad sino que le da una distinción única.

Esto va unido al hecho mismo de rescatar el valor de las fotografías impresas. Como si porta retrato e imágenes constituyeran una forma de volver a la época en que los recuerdos eran importantes y no se confundían con cientos de imágenes intrascendentes.

Existen múltiples modelos de porta retratos hechos a mano. Veamos los principales:

  • Porta retratos hechos a mano, en piel sin costuras
  • Porta retratos hechos a mano, en acrílico
  • Porta retratos hecho a mano, intercambiables en posición (es decir, que pueden ponerse horizontal o verticalmente según convenga a quienes los compran)

Ahora bien, si estás dudando sobre si debes comprar o no un porta retrato hecho a mano, vamos a ayudarte a decidir evaluando las 5 ventajas de tener un porta retrato hecho a mano. 

Revisémoslas en profundidad.


1. Ideales para usar en una sala, recámara u oficina

Los porta retratos de piel hechos a mano son ideales para utilizar en una sala, oficina o recámara. Al tratarse de objetos sencillos y bien acabados, resultan versátiles para la decoración. 

Los porta retratos hechos de piel dan la sensación de ser un producto lujoso, pero también casero y acogedor.


2. Elegancia y sencillez

Y precisamente por el punto anterior es que pensamos que elegancia y sencillez son las palabras que definen a estos objetos decorativos. 

Estos adornos tienen la elegancia para estar en una oficina, pero también son los suficientemente acogedores como para ser usados en tu casa o recámara. La piel genuina es un material versátil: elegante y sencillo al mismo tiempo. 


3. Precio y beneficios

Los porta retratos hechos a mano oscilan entre los $600 y $900 pesos. Se trata de un precio adecuado por el valor que aportan. Por un lado, estás comprando un objeto elegante y lujoso en su acabado, y por el otro lo estás adquiriendo a un precio razonablemente bajo. 

Además, los porta retratos hechos a mano pueden ser parte de tu decoración por décadas, ya que no se deterioran con el tiempo.


4. Conservar tus recuerdos

Como ya comentamos, en la era digital las imágenes tienden a perderse por el volumen. Son cientos, miles de fotografías que hacemos con nuestros teléfonos y cámaras. ¿De verdad crees que tus recuerdos deban confundirse con ese material excesivo?

Comprar un porta retrato hecho a mano es más que una inversión económica en un objeto, es invertir en la durabilidad de tus recuerdos. Las fotos de tus hijos creciendo, esas vacaciones familiares inolvidables, ese país al que siempre quisiste conocer. ¡Tus recuerdos no merecen perderse en el mar digital!


5. Darle personalidad a sitios impersonales

Como comentábamos, los porta retratos hechos a mano pueden usarse en oficinas o cubículos de trabajo. Estos espacios impersonales ganan mucho valor cuando quien los ocupa los personaliza con sus objetos. 

Además, siempre que tengas un mal día de trabajo podrás mirar tu porta retrato y recordar la razón por la que todos los días laboras. Es, si nos permites la observación, una forma de mantenernos motivados a diario en nuestro sitio laboral.

Conclusión

Los porta retratos hechos a mano son una tendencia creciente en el mundo de la decoración. No se trata de una moda pasajera, sino la admisión de un hecho: las fotografías más importantes no deben perderse en el volumen de imágenes digitales.

Las personas quieren conservar sus recuerdos más importantes en soportes no perecederos. Y por ello los porta retratos hechos a mano se han convertido en objetos valiosos para las personas.